10 fotógrafas españolas que debes conocer
Tienen un ojo especial que les permite captar detalles que los demás apenas llegamos a imaginar y lo muestran con una pasión y dedicación que resulta abrumadora.
Los que nos tenemos que contentarnos con admirar sus fotografías desde este lado del papel o la pantalla no podemos más que agradecer a esos talentos, que se esconden detrás del objetivo, que tengan la delicadeza de compartir con aquellos que no hemos sido premiados con el don de saber congelar momentos mágicos. Las mujeres, quizás por esa intuición que dicen que les caracteriza, suelen ser quienes desbordan creatividad e ingenio a la hora de tomar fotografías. Para probar que lo que decimos es cierto hemos seleccionado 10 fotógrafas españolas que deberías conocer:
Sus fotografías transportan directamente a un mundo mágico en el que no está muy claro qué es ficticio y qué es real, en esa cuerda floja entre la poesía y lo onírico que nos deja flotando en presencia de una maraña de momentos íntimos y bellos. Silvia Grav es profesora del curso Fotografía para la imaginación, en el que desvela los secretos de su fascinante modo de capturar la realidad.
Retrató, sin saberlo, los últimos estertores del bloqueo norteamericano contra la isla de Cuba y el resultado es un diario sincero y alejado de los clichés de la sociedad de un país que ya no volverá a ser el mismo. Sus fotografías muestran la realidad desde la óptica de la artista, muy lejana de las típicas fotografías de coches vistosos o paisajes junto al mar a los que estamos acostumbrados.
Cuando, tanto fotógrafo como modelo, disfrutan con lo que hacen y son capaces de transmitir su complicidad a través del objetivo, los resultados son alucinantes. Y eso es, precisamente, lo que ocurre con el trabajo de Berta Vicente Salas. En el curso Fotografía artística analógica y digital muestra el proceso que le lleva a elegir una y otra cámara y abre las puertas de su estudio.
Movida por su espíritu wanderlust, Pía Riverola recorre el mundo con su cámara bajo el brazo y se dedica a crear sus propios diarios de viaje mostrando al mundo su particular visión de los lugares que visita y a los que, en ocasiones, decide trasladar todos sus bártulos y quedarse a vivir, logrando mostrar las ciudades desde un ángulo no ya de turista, sino desde el punto de vista local.
Forma parte de esa generación que decidió dejar su país para probar suerte en Alemania y de ahí surgió la serie Still to come, que habla de los sentimientos encontrados que se producen al mezclar la nostalgia de marcharse y la emoción por comenzar una aventura nueva.
Compatibiliza su trabajo como fotógrafa de moda con una fotografía con aires fantásticos. Ha publicado tres libros con sus fotografías y ha colaborado en 4 libros más con diferentes autores. Además, es profesora del curso de Fotografía de moda y retoque digital en el que muestra el proceso de creación de dos editoriales de moda profesional, uno en color y otro en blanco y negro.
Su trabajo es tan oscuro y fantasioso como su imaginación. Nabokov, Duras, Müller, Lewis Carroll… sus ideas y las imágenes que crea son fruto de la literatura que consume, que marca el estilo de sus fotografía: una serie de imágenes de tendencia surrealista que, muchas veces, tiene protagonistas infantiles, inocentes y cándidos.
Toda la obra gráfica de Rocío Montoya se mueve en el campo de lo experimental, su talento siempre acierta cuando juega a producir a base de prueba y error. Por eso no es de extrañar que, cuando la fotografía se le quedó corta a la hora de expresar lo que para ella significa un retrato, mezclarla con la naturaleza a base de collages ha sido un éxito rotundo.
Las fotografías de Bárbara Tráver siempre cuentan historias, lo que no siempre hacen es contarlas hasta el final. La artista es muy amiga de dejar finales abiertos y permitir al espectador interactuar con las imágenes y crear sus propios relatos en función de lo que ven.
Como unas buenas vacaciones en la playa, echar un vistazo a las fotografías de Claire O’Keefe aporta una bocanada de aire fresco en un momento en el que estamos saturados de imágenes perfectas y prediseñadas. Una alegoría de la libertad y el pelo lleno de salitre capturada a través de la lente de una cámara analógica.
¿Cuál es tu fotógrafa favorita?, ¿conoces alguna que hayamos dejado fuera de la lista y se merecía entrar?