La revolución será feminista e inclusiva
Diversas universidades han incorporado demandas sobre diversidad a sus petitorios.
19 son las universidades que se encuentran movilizadas por una educación no sexista, pero la ola feminista e inclusiva se ha tomado universidades, centros de formación técnica y colegios de todo el país. La discusión en cuanto a igualdad y diversidad son parte de las demandas de este movimiento, que se esta diversificando también a la integración de alumnos trans y en situación de discapacidad.
La toma histórica de la Pontificia Universidad Católica contó con interpretación en lengua de señas chilenas en los puntos de prensa y el petitorio ya aprobado, exigía, entre otras cosas, el uso del lenguaje inclusivo en los espacios universitarios y la aceptación del nombre social de cualquier persona transgénero que pertenezca a la comunidad. Cambios que comenzaron a emplearse.
Pero la UC no es la única universidad movilizada en cuanto a inclusión; se han generado momentos de conversación y reflexión como “Espacios feministas y diversidad funcional FECH”, cursos de lengua de señas en la Universidad Metropolitana de las Ciencias de la Educación, ex Pedagógico y en la Universidad Central, se realizó una manifestación con lengua de señas en la marcha feminista.
En este contexto, para reforzar y también exigir sus demandas, este año comenzó a trabajar la Secretaría de Inclusión y Diversidad Funcional, que nace como un espacio de auto representación política de estudiantes en situación de discapacidad de la Universidad de Chile.
“La iniciativa surgió al darnos cuenta de las falencias en cuanto a derechos básicos que estaba cometiendo la universidad con las y los estudiantes con diversidad funcional. Por eso decidimos organizarnos en la Secretaría de Inclusión y Diversidad Funcional FECh, al no ver interés real en hacer cambios estructurales para mejorar las condiciones de ingreso, permanencia y egreso de estudiantes, que bajo estas circunstancias, nos encontramos en situación de discapacidad. Apelamos además a la incorporación de nuestras demandas al movimiento estudiantil para poder contar con ese apoyo importante y todos juntes presionar para obtener respuesta de las autoridades. Creemos que somos una parte históricamente invisibilizada, una situación que es urgente cambiar”. Comenta Camila Serrano, estudiante de Teoría e Historia del Arte y gestora de la Secretaría de Inclusión y Diversidad Funcional.