Las mujeres y los medios de difusión
Se ve en películas, en programas de televisión o de radio, o al hojear las páginas de una revista o navegar por Internet. Independientemente del medio de comunicación elegido, hay muchas posibilidades de encontrar estereotipos que perpetúan la discriminación de género.
En todo tipo de medios de comunicación, las mujeres suelen estar delgadas y aparecer sexualizadas. Hablan menos que los hombres. Tienen menos opiniones. Y en la industria del entretenimiento todavía es más difícil que desempeñen un papel protagonista o de profesional, o incluso como mujeres que trabajan para ganarse la vida.
Un proyecto de investigación en el que participaron más de 100 países, reveló que el 46 por ciento de las noticias, tanto en medios impresos como en la televisión, promueven los estereotipos de género. Solamente el 6 por ciento hace hincapié en la igualdad de género. Fuera del plató, y según otro estudio mundial que abarca 522 organizaciones de medios de noticias, los hombres todavía ocupan el 73 por ciento de los altos cargos directivos en el sector de los medios de comunicación. Pese a que las mujeres representan la mitad de la población mundial, menos de una tercera parte de los personajes con líneas de diálogo en las películas son mujeres. La ciberviolencia ha extendido el hostigamiento y el acoso a las mujeres y las niñas en el mundo digital.
Hace 20 años, los 189 Estados Miembros de las Naciones Unidas reconocieron el papel crucial de los medios de comunicación en el cambio de los estereotipos de género que influyen en nuestra forma de pensar y actuar. De hecho, consideraron que las mujeres y los medios de comunicación debían ser una de las 12 esferas de especial preocupación de la Plataforma de Acción de Beijing, e instaron a los medios de comunicación de todo el mundo a que intensificaran su apoyo a la promoción de las mujeres.
Asimismo, coincidieron en que el número de mujeres en los medios de comunicación debe aumentar, inclusive en los cargos de toma de decisiones. Es necesario realizar más esfuerzos para presentar a las mujeres como líderes y modelos a seguir, y abandonar los estereotipos. Algunas de las medidas para seguir avanzando fueron: fomentar la capacitación de las mujeres, adoptar directrices profesionales para reducir la discriminación, y crear grupos de vigilancia de los medios de comunicación a efectos de supervisión. Por otra parte, también se resaltó la participación de las mujeres en las tecnologías de la información y las comunicaciones y en las redes de medios de comunicación, incluidas las redes electrónicas, como vía para fortalecer el papel de las mujeres en los procesos democráticos.
Desde la Conferencia de Beijing ha habido algunos progresos. El porcentaje de historias relatadas por mujeres ha aumentado en la mayoría de las áreas temáticas, y las mujeres se encuentran entre los usuarios más activos de los medios sociales. Sin embargo, con un simple examen rápido de los contenidos de los medios de comunicación se observa que todavía queda mucho por hacer.
Las mujeres tienen el mismo derecho a participar en el debate público, incluidos los medios de comunicación, y a ofrecer puntos de vista e ideas que deben ser escuchadas. Todo el mundo tiene derecho a vivir sin la carga de estereotipos de género perjudiciales.
Los medios de comunicación dan forma a nuestro mundo, pero también lo hacen las mujeres como poderosas agentes del cambio en todos los ámbitos de la sociedad. Ha llegado la hora de que los medios de comunicación reflejen esta realidad.