Roy Galán
Para la justicia española que cinco hombres te penetren por turnos de cinco minutos mientras estás inconsciente no es una violación sino un abuso.
Lo es porque para las leyes españolas si no hay violencia o intimidación no se considera una agresión sexual.
Resulta que la indignidad sufrida por el propio cuerpo vacío de la mujer (vacío de su conciencia, de sus sueños, sus pensamientos, de todo aquello que se ponen en juego en el consentimiento) no es una agresión.
No hay suficiente violencia en que una mujer no pueda decir que no.
Aquellos que claman que es que la ley es la ley están olvidando algo.
Y es que la leyes pueden ser machistas porque son creadas, interpretadas y aplicadas por ser personas que son machistas porque todos y todas lo somos ya que vivimos en una sociedad machista.
Por eso es urgente despatriarcalizar las leyes.
Y feminizar la justicia.
Porque si no seguiremos encontrándonos en situaciones en los que el valor del cuerpo de las mujeres es menor que el de un cenicero o un bolso.
Seguiremos teniendo pronunciamientos en los que no poder prestar consentimiento será algo que favorecerá a los agresores sexuales en detrimento de las mujeres agredidas.
Por eso solo sí es sí y todo lo demás es no.
Y el no es siempre una violación.
Te defiendas, te quedes quieta con los ojos cerrados deseando que todo pase o te hayas desmayado.
Resulta que según la justicia española si yo como hombre me masturbo viendo cómo mis amigos violan a una chica no soy responsable de nada.
Entienden así los jueces que si no puedo ayudar da igual que aproveche el show para mi jolgorio.
¿Si lo hace en el porno por qué no hacerlo en la realidad?
Según la sentencia de Manresa yo como hombre puedo presenciar un robo, un asesinato incluso, y ponerme a masturbarme al lado sin que se me exija ningún tipo de comportamiento.
¿Dónde están los hombres indignados con esto?
Si solo se han molestado para hablar del origen de los violadores retratándose como xenófobos y racistas.
Es alucinante que a los hombres les preocupe más separarse de los agresores que la inviolabilidad de los cuerpos de las agredidas.
Menos mal que el feminismo.
Menos mal que cambió las leyes para que las mujeres pudieran votar.
Menos mal que cambiará las leyes para que a los hombres no les salga barato violar.
Para que el futuro sea un lugar más justo, igualitario y mejor.